domingo, 16 de mayo de 2010

Detenidos los asesinos del hermano del ministro de Minas

La Policía Nacional capturó a los responsables del asesinato del hermano del Ministro de Minas y Energía en Cartagena.

Fuentes de alta credibilidad aseguraron que son cinco hombres y una mujer, quienes planearon y ejecutaron el homicidio en la carretera que de Cartagena conduce al municipio de Turbaco, en el departamento de Bolívar.

El homicidio de Ricardo Martínez Torres, se registró cuando sicarios en motocicleta, lo balearon momentos en que viajaba en su vehículo al lado de su esposa, que resultó herida.

Las investigaciones dieron como resultado, la captura de cinco hombres y una mujer que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación.

Cabe resaltar, que luego del asesinato del comerciante, el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, ordenó una recompensa de hasta de 50 millones de pesos para quien entregara informaciones del los responsables del asesinato.

La Policía Nacional entregará detalles de la captura en rueda de prensa en las próximas horas en la ciudad de Cartagena.

Cloruro de magnesio

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sábado, 1 de mayo de 2010

Besos

¿Cómo hacer para parar el tiempo, para que ese sentimiento de dolor placentero nunca acabe? Nadie lo sabe, menos mal, o estaríamos besándonos por toda la ciudad, drogados de feromonas.

Todo empieza con un beso. En realidad, comienza con un segundo beso. Es posible que el primero se quede en una degustación, un pandebono bogotano que muerdes una sola vez. En cambio, un segundo beso causa estragos porque ya estás repitiendo y cuando algo gusta es deber humano seguirlo probando.

¿Por qué será tan difícil darse el segundo beso? El primero sale espontáneo, adornado la mayoría de las veces por ayuditas como el trago, la luz tenue, la euforia alrededor, la música reventando por todo el recinto... ¡Tas!, aparece un beso. Al segundo primer beso ya le estás declarando silenciosamente que te fascina. Razón por la cual Pretty woman no lo besaba. Besarse es demasiada perfección, los cinco sentidos funcionando al unísono. Es como si al tocarse se intercambiaran las almas y lo poseyera el demonio del otro; sentirse drogado hasta el agotamiento, piel con piel, como si el otro fuera el propio tarro de bóxer.

¿Y cuando nos besamos con la mirada porque se nos interpone la distancia, y sentimos el mismo corrientazo que sube más rápido de lo que baja? Acto seguido… besarnos con los labios.

Hay besos tibios, hay los que examinan amígdalas, los hay cortos, los hay mojados, robados, sufridos… es como una necesidad básica andar besando a ese pequeño desconocido. Es, a su vez, la fórmula para volver a conectarse. Lo dijeron en un baño, luego de preguntar cómo hacían para reenamorarse. Y funciona. Besarse es una virtud a la que todos tienen acceso, y es gratis. Siempre y cuando encuentres con quién hacerlo, o aplicas la del colegio y besas el tablero.

Y entonces, si el beso es imprescindible para el enamoramiento, ¿por qué le hemos quitado importancia y nos la pasamos regalando nuestros enajenados besos en cada e-mail o chat que se mande? Besos, muaaaah, muaaaakes, un beso, smuak, muamua… Vamos a debilitarlos por tanto uso, van a reducirse a la altura de un apretón de manos. ¿Por qué no mandar un abrazo espichado o ir al grano? Hay que retornar al estatus cupídico y disfrutar del beso beso, ese momento matrix en el que todo gira en otros ejes cuando los labios se juntan. ¿Cómo hacer para parar el tiempo, para que ese sentimiento de dolor placentero nunca acabe? Nadie lo sabe, menos mal, o estaríamos besándonos por toda la ciudad, en los semáforos, en las oficinas, en el banco, todos drogados de feromonas, como el planeta de los simios, todos apercollados.

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